No tenía ganas de escribir, pero ha sido poner a mi
inspiración y que la energía que he perdido en estos meses vuelva de golpe.
Es extraño como una canción puede llegar a hacerte sentir feliz,
pero no buscaré el por qué de esa felicidad, simplemente escribiré todo lo que
he cayado por miedo a expresar todo lo que siento, miedo por decir cada uno de
mis pensamientos que han ahondado en mi corazón durante
demasiado tiempo. Pero es hora de superar ese miedo y ser valiente, y
desahogarme de una vez… se supone que hace mucho debía empezar una vida nueva (¡¡¿cuántas
veces no he dicho que empezaba de nuevo?!!) pero no, no he comenzado de nuevo,
ni he avanzado, al revés, he ido para atrás (sí, como los cangrejos). Todo ha
sido realmente raro y triste.
Al principio todo es emocionante, todo es el “bum de lo
novedoso”: vivir fuera de casa, conocer
gente nueva, comenzar la etapa universitaria… todo sería estupendo y magnífico:
he sido un poco ilusa en ese aspecto; a
ver, evidentemente he vivido muy buenos momentos, he conocido a grandes
personas, he estrechado lazos… pero los sentimientos no se ponende mi parte, ni los días nublados y tristes.
Me he sentido perdida, me he sentido sola y que el mundo se
me caía encima… la tristeza ha hondado más de lo que debería en mi corazón, la
soledad se ha apoderado de mis días... me he vuelto distante, ya no río como
antes… ¿felicidad? Me ha abandonado demasiadas veces, sobre todo estos meses…
Y lo odio, odio sentirme vulnerable, odio que la gente me
vea mal, pero estoy cansada de seguir fingiendo estar bien y feliz, prefiero
serlo; pero no es tan fácil a pesar de mis esfuerzos y de mis momentos de “me
siento poderosa y con ganas de comerme el universo entero aunque eso engorde”,
eso son simples momentos, pocos a mi parecer. Y deseo sentirme así, deseo
sentir que puedo con todo y que todo está bien a mi alrededor, pero no puedo.
¿Cómo aceptar que todo ha cambiado? ¿Cómo aceptar que ya
nada volverá a ser igual? ¿Cómo aceptar que no habrá más encuentros en el
instituto con los de “siempre”? ¿Cómo aceptar que tu vida ya no está en donde
te criaste? ¿Cómo? No lo sé, duele aún más cuando a las personas que más
quieres las tienes a 1012 kilómetros de distancia, pero no puedo hacer nada, no
puedo arrastrarlos a cada lugar al que voy … y esto es crecer: irte de casa,
intentar solucionar tu vida tú solita, saber que nada volverá a ser igual y que
la gente con la que te rodeas ya no son “esos de toda la vida”, sino conocidos
de los cuales ya no sabes de quien fiarte, cada vez cuesta más hacer amigos de
verdad, de aquellos que sabes que jamás de darán una puñalada por la espalda;
cada vez cuesta más seguir con tu camino, construyéndolo… he pensado
tantasveces en tirar la toalla y volver
a “casa”, pero, ¿acaso algo cambiaría? No, me sentiría igual, me sentiría tan
perdida como estoy aquí... No sé lo que quiero, ni a dónde voy, ni si quiera sé
quién soy; desearía ser tanto esa niña que era feliz por todo, no pensaba en
los problemas pues estos eran insignificantes, pero en el mundo adulto nada se
soluciona con un “hacemos las paces, vámonos a jugar”, este mundo está lleno de
rencores, de trampas, de mentirosos que te hacen creer que no te harán daño…
Tal vez por eso me he vuelto más reservada y más fría, pero no quiero ser así,
quiero olvidar el daño que me han hecho y seguir confiando en la gente, pero
cuesta, tal vez demasiado…
¿Lo que sé ahora mismo? Más bien nada, pero lo único que sé
con seguridad es que no pienso rendirme, no pienso dejar de luchar por todo lo
que quiero, porque si algo no he perdido (¡¡¡¡Y MENOS MAL!!!) es mi ambición y
mis exigencias, lucho por lo que quiero y por quienes quiero, aunque me
distancie muchas veces de los que más quiero, pero no lo hago aposta,
simplemente es que en mi mundo todo es mejor y me siento más protegida; pero se
acabó, he dicho todo lo que sentía, he dicho todo lo que pensaba, y aunque
seguramente me dé algún que otro bajón pienso seguir adelante con una enorme
sonrisa y ser feliz, porque me lo merezco.
Y seré feliz porque cada día veo una mariposa blanca y sé
que tú estás conmigo, y eso me da fuerzas para seguir luchando, todos los días
son maravillosos y así estaré yo. No pienso volver a hundirme, si dije que iba
a construir mi escalera, la voy a seguir construyendo, así que ¡¡¡¡A por el
segundo escalón!!!!
!Y es que ya estamos en primavera, y eso significa alegría y felicidad por todos lados, pues el mundo es un lugar más bello!
“Ángel, tu recuerdo es mi oración, Ángel, vives en mi
corazón”