viernes, 31 de enero de 2014

Demasiados sentimientos...

Hoy... hoy necesito soltarlo todo, escupir las palabras que se me han atragantado y no me deja respirar, asfixiándome lentamente, haciendo que el corazón lata cada vez más lentamente... paralizándose poco a poco...
 
No sé ni por donde empezar, ni que decir... son tantas cosas en tan poco tiempo... mejor dicho: son tantos sentimientos en tan poco tiempo...

 
 

Llevabas días en mi cabeza, ¿Qué pasaría si nos encontrásemos por la calle, en la biblioteca o por la universidad? ¿Cómo reaccionarías? ¿Cómo reaccionaría yo? 


Llevaba días repasando todo lo que vivimos, todos los sentimientos de aquel momento, todas tus frases que tanto daño me hicieron... ¿Eres consciente del daño que me hiciste con esa frase? ¿De verdad quería conocerme? Porque yo estoy casi segura que no, y ese casi es porque en verdad deseo con todas mis fuerzas que vengas y me digas que me equivoco, que te fuiste porque tuviste miedo... 


Siempre había contemplado la posibilidad de que te volvería a ver, estudiamos en el mismo lugar... las probabilidades eran altas... Pero no esperé encontrarte ese "martes", no estaba preparada para lo que sucedería en ese momento... Sé que no reaccioné como debía, pero me sentí tan dolida por todo lo que pasó que reaccioné automáticamente al verte, tuve ¿miedo? o tal vez un orgullo que no me deja hacer lo que quiero y controla mis acciones. 
 
 
 
 

Ese día, en ese preciso momento, sentí un dolor intenso y tristeza... tristeza porque nunca me esperé que nuestro reencuentro sería así. Aún así, volví al día siguiente aunque sabía que las probabilidades de verte eran muy altas, pero si te soy sincera... quería verte, sé que es de masoquista, es una forma suave de torturarse. Ese "miércoles" te vi llegar, tú no me viste... y en parte lo preferí. Ese día mi cabeza no hacía más que darle vueltas a esos sentimientos que afloraron ese puto "martes", ese día me di cuenta de lo mucho que te echaba de menos, y me di cuenta de que mi orgullo no me había permitido pensar en ti, pensé que lo había superado, pensé que ya no me importabas, pero me di cuenta de que no era así, y que los sentimientos que creí enterrados, solo estaban escondidos en lo más profundo de mi corazón, con cientos de kilos de orgullo que me impedían sentirlos. 
 
 
 

Ese "martes" me acordé de lo que me dijo una persona muy querida: "Cuando dejas de ver de golpe a alguien, todos esos sentimientos se quedan enterrados, pero no desaparecen, sino que permanecen ahí. Y esos sentimientos aflorarían cuando volvieras a ver a esa persona después de un tiempo"... Sí, ahora entendí a qué se refería: Si te soy sincera, pensé ciegamente que lo había superado, que no sentía nada por ti... pero me di cuenta de que no era así, y que sigo sintiendo demasiadas cosas. 




Me siento estúpida, me siento tonta por seguir sintiendo cosas por ti, por seguir con la esperanza de que no mentías cuando me decías esas cosas, por sentir tanto que me gustaría tenerte conmigo, a mi lado... me siento tan estúpida por sentir todo esto sabiendo como eres... y a pesar de todo lo que he sufrido, sigo sintiendo "algo" que ni yo misma entiendo... 

Ese "miércoles" cuando me encontré de frente contigo fue... raro, doloroso y triste. Vi tu cara, era de sorpresa y la mía también, no reaccioné pues a pesar de las altas probabilidades de verte, no estaba preparada, una vez más, para ese encontronazo. Volvimos a ignorarnos, a seguir por nuestro camino... No sabes lo mucho que duele esa situación, no sabes lo mal que lo pasé viéndote pasar de un lado para otro en la biblioteca. Mi instinto me decía que me levantara y fuera a hablarte, mi orgullo me decía que me estuviera quieta y siguiera "estudiando"... Una vez más el orgullo ganó...
 
Cuando te estabas marchando ese día, noté una fuerte presión en el pecho, un dolor intenso en el corazón, noté mis ojos vidriosos, noté como me costaba respirar y cómo todo mi cuerpo temblaba... Fue horrible sentir todo eso al verte marchar... miraste para mí pero te fuiste... 

Tenía tantas de corres detrás de ti... pero no lo hice, mi orgullo y mi dignidad me lo impedían...
 

Esa noche volví a llorar, pocas veces he llorado así y me jode reconocer que tú eres una de las causas de ese llanto, de esas lágrimas que resbalaban por mis mejillas mientras intentaba no llorar, intentaba no hacer ningún tipo de ruido, no quería que nadie supiese que me sentía hundida, que me sentía caer a un pozo sin fondo... 
 

Esa noche vencí a mi orgullo, estaba harta de sentir todo esto, estaba harta de seguir haciéndole caso y no hacer lo que mi instinto me decía... estaba harta de no hacer lo que quería de verdad por miedo a que pensaría los demás, qué pensaría tú y cómo me sentiría yo después de hacerlo... pero lo hice, vencí al orgullo y te hablé... Y fue lo mejor que he hecho, fue lo mejor porque me sentí que todo el peso que llevaba soportando mi corazón desapareció, no sentí ninguna presión en el pecho que me impidiera respirar... Sin duda, sé que no me equivoqué, me sentí libre y me siento que ya he comenzado a pasar la página...
 
Esa noche me hiciste reír como lo hacías antes, pero antes no andaba con pies de plomo, ahora sí. Sé como eres, o por lo menos, sé como te comportaste conmigo... fue la imagen que me dejaste. No quiero volver a sufrir por ti, no quiero ilusionarme con una historia que nunca llegará, no quiero seguir llorando por las noches por ti... NO, ya no quiero pasarlo mal por alguien que solo juega...
 
Lo peor de todo es que me engaño, sólo quiero sentir tus abrazos, tus caricias... quiero ser tuya y que tú seas solo mío, quiero que seamos tu y yo y nadie más, te quiero a mi lado, quiero poder llamarte cuando esté mal o quedar contigo para celebrar una mierda de examen. Quiero ir a tu casa y reír hasta llorar a tu lado... Quiero tantas cosas, y todas a tu lado... pero no quiero falsedades ni mentiras... 
 
Pensé que me arrepentiría por haberte hablado, pero no. Me alegro de dar ese paso, aunque nunca sabré si tú alguna vez me hubieras hablado... creo que un año y 29 días me demuestran que no tenías intenciones... 
 
 
Sólo espero que todos estos sentimientos desaparezcan pronto, como lo hace la tormenta... quiero ver mi arcoíris, quiero ver el sol en mi vida... quiero enamorarme y ser correspondida, quiero una relación verdadera y real, nada de falsedades ni mentiras, pero... ¿Cómo me voy  a enamorar de la persona correcta si vivo entre personas disfrazadas y con caretas? Sé que la confianza es clave y que tenemos que dejarnos llevar... pero es difícil... es difícil en los tiempos que corren... la gente ya no se molesta en conquistar, van a lo que van y yo no soy así, yo sigo creyendo en las historias de amor... No hay que perder la esperanza ¿no?
 
 P.D.: Comienzo a ser feliz de nuevo, comienzo a ver las cosas de otra manera, más optimista... tal vez necesitaba que pasaran estas cosas para pasar página de manera definitiva, aún así, nos queda una conversación pendiente... solo así podré acabar el libro.